jueves, 8 de septiembre de 2011

Ascensión a Monte Perdido - 8 de Septiembre del 2011.

Ascensión a Monte Perdido (3.355 metros)

  8 de Septiembre del 2011

Dedicado a Fran, Rafa y Toñi. Y al grupo de alicantinos que ascendieron con nosotros.

Monte Perdido, sólo oir su nombre nos hace pensar en una de las grandes montañas del Pirineo y de toda la geografía española, tanto en dimensiones como en lo que representa en el mundo del montañismo.

También, por desgracia, nos hace pensar en una de las montañas con mayor numero de accidentes mortales, prácticamente todos concentrados en una zona conocida como "Escupidera". Esa era la causante de mis miedos, dudas, incertidumbres. 

Se propuso hacer esta ascensión, sin duda uno de los picos más importantes del Pirineo, y sin duda alguna de los más bellos tanto por la montaña en sí, como por el entorno en el que se encuentra, el Valle de Ordesa, una maravilla creada por la naturaleza y que podemos disfrutar aquí en Aragón. Aunque lo mejor está arriba, en su cima, y es que las vistas que ofrece esta montaña del resto del Pirineo son, sencillamente, únicas.

Elegimos la primera semana de septiembre para ascenderlo, y entre semana, con días de vacaciones, así evitaríamos la masificación de gente que viene el fin de semana. Aún así, estuvimos en la cima más de 20 personas y durante toda la jornada ascenderían ni se sabe. Es lo que tiene ser uno de los grandes del Pirineo, que todo el mundo quiere ascenderlo.

La primera noche la pasamos en el albergue de Nerín. La idea era coger el autobús que bien temprano te deja cerca de Goriz, en Cuello Gordo y desde allí hacer la ascensión. Una vez realizada, pasariamos la noche en tienda junto a Goriz y así podríamos subir al día siguiente a Marboré.

La primera parte no tiene mucho que contar, transitar por prados y por senderos sencillos, para luego tomando el gr-11 llegar al Refugio de Góriz. Uno de los alojamientos más visitados del pirineo, seguramente junto a La Reclusa.





Imagen de las Tres Sorores: Cilindro de Marboré, Monte perdido y Pico Añisclo, al romper la mañana.


Llegando al Refugio de Góriz.

Una ven en Góriz descansamos un poco para continuar con la ascensión, es a partir de aquí donde comienza lo verdaderamente chulo y ya la ascensión propiamente dicha.



En esta zona nos separamos en dos grupos, unos subiríamos por la ruta normal y otros por la Ruta de las Escaleras.

Nada más salir del Refugio tenemos que superar una pequeña trepada, a mí, poco acostumbrado me supuso algún que otro problema pero la pudimos superar, hay que tener en cuenta que son piedras muy lisas y donde es difícil que se agarre la bota. 

Seguimos avanzando ya por sendero teniendo como referencia clara el Cilindro de Marboré, frente a nosotros. El grupo en un momento determinado se divide en dos y es que dos miembros del grupo van a ascender al Perdido por la ruta de las escaleras y otros dos por la vía normal. Nos encontraremos en la cima.



Cilindro de Marboré.

De camino a la zona del lago helado pasamos por la ciudad de piedra, lugar donde abundan enormes bloques de roca que hay que sortear con calma y fijándonos bien donde poner los pies.




Imagen del Lago Helado, uno de los situados a mayor altitud del Pirineo.

Ya en la parte final viene lo bueno... la tan temida "Escupidera", una canal de piedra descompuesta, que cuando está cubierta de nieve y hielo, "escupe" al que resbale y lo expulsa de la canal tirándolo al vacío. Muchos son los accidentes mortales que ha habido en este tramo del pirineo y yo iba con mucho temor, cuando la tuve en frente, me hice a la idea de lo que era y vi que podia superarla, con precaución, está claro.



Comienzo de la escupidera

La primera parte hay que superarla fuera de la canal , por una especie de crestilla o resalte ancho que hay de roca a la derecha de la canal por la que subimos, en un momento determinado hay que meterse en la escupidera y ya seguir un camino muy marcado, de piedra fina y suelta. Pero yendo por el camino y estando en lo que hay que estar se sube sin problemas. 



Ya dentro de la escupidera.


Consejo: no es recomendable mirar hacia detrás, si bien la canal es muy empinada, mientras uno sube y se fija en el camino, no se da cuenta de lo realmente empinada que es, al darse la vuelta y mirar atrás las cosas cambian. 


No es recomendable mirar hacia detrás pero la silueta del Cilindro nos obligaba a hacerlo.


Una vez superada la escupidera, llegamos al Hombro de Monte Perdido, ya una loma desde la que el paisaje empieza a abrirse y a mostrarse ante nosotros imponente, bello. El Balcón de Pineta, Astazous, que ahora parecen pequeños al lado de este gigante, Munia, etc... lo mejor del pirineo a nuestro alcance visual.




Ya superada la Escupidera, vistas hacia el Circo de Troumousse.




Vistas hacia la Cara Norte del Perdido con su Glaciar y al fondo el Valle de Pineta. Puede apreciarse, fijándose bien, en el refugio de Pineta-Ronatiza.

Espero a Fran a que supere la Escupidera y nos fundimos en un abrazo. Ya sólo queda superar una parte sencilla por camino hasta hacernos con la cima de este gigante. Una cima, por otra parte de dimensiones considerables.




Tramo que queda hasta la cima.

Y a partir de aquí a disfrutar de este mirador, miremos a donde miremos el paisaje impresiona, aunque algunas montañas llaman más la atención que otras: Vignemale, Cilindro, Añisclo y todas las cumbres del Circo de Gavarnie se llevan la palma. Además del Cañón de Añisclo, Peña Montañesa, Castillo Mayor, Mondoto... las cumbres de los valles de Aragón y Valles Occidentales... en fin, un espectáculo.


Vistas hacia el Pico de Añisclo o Soum de Ramond.


Esta hacia el Cañón de Añisclo. Encima del Cañón se ve Mondoto, y a la izquierda, en primer plano Castillo Mayor y al fondo la Peña Montañesa.


Cumbres de Gavarnie, zona de Tendeñera,Valle de Aragón y Vignemale. Un espectáculo. 


Foto de Cima.

Tenemos todo el día, ya que dormiremos en Góriz para ascender otras cumbres al día siguiente, así que pasamos en la cima todo el tiempo que queremos. 

El principio de la bajada impresiona un poco ya que parece más vertical al bajar que al subir, pero una vez dentro del sendero vamos bajando con cuidado, una vez que la pendiente suaviza un poco, ya vamos con más seguridad y bajamos bien.

Por la noche, cena para celebrar y pronto a dormir que nos espera un día también muy bueno de montaña.

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